Siempre mencionamos al autónomo como una figura general, pero en realidad podemos encontrar muchos tipos de autónomos distintos. Uno de ellos es el autónomo económicamente dependiente, o TRADE, un perfil que está muy ligado a las empresas. La verdad es que tanto estos profesionales como quienes trabajan deben conocer los detalles de un perfil que cada vez es mayor en nuestro país.
Esta figura legal está diseñada para reconocer y regular una relación laboral que, aunque no es estrictamente de empleo, tampoco es completamente autónoma en términos económicos y organizativos.
Debes saber que todo TRADE es autónomo, pero no todos los autónomos son TRADE. En este post vamos a profundizar en las peculiaridades que caracterizan a estos autónomos (requisitos, derechos y obligaciones, contratos, etc.).
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Autónomo económicamente dependiente, ¿qué es?
En general, un trabajador por cuenta propia es autónomo económicamente dependiente cuando al menos tres cuartas partes de sus ingresos proceden de un único cliente, ya sea una empresa u otro autónomo. Si cumplen los requisitos previstos por la ley, les será de aplicación un régimen de derechos y obligaciones distinto del que recae sobre los autónomos económicamente independientes.
La relación que une a ambas partes es un contrato que ofrece una serie de garantías parecidas a las de un asalariado o trabajador por cuenta ajena. En este contrato se hace referencia a aspectos como los descansos semanales, ingresos máximos por jornada y otros detalles. Además, Otro dato importante a considerar del autónomo dependiente es que para ser TRADE, es necesario que no tenga establecimientos abiertos de cara al público, entre otras cosas.
Trabajador autónomo económicamente dependiente, ¿Cuál es su regulación?
La Ley que regula la figura del autónomo dependiente o TRADE es la Ley 20/2017 de 11 de Julio del Estatuto del Trabajo Autónomo. En ella se abordan diferentes regímenes de trabajadores autónomos, estableciendo sus derechos, deberes, medidas de protección y garantías económicas.
Es el tercer capítulo, el que recoge todo lo que da forma al TRADE y lo que regula su actividad. Gracias a él, los autónomos económicamente dependientes tienen los derechos y deberes que poseen a día de hoy.
Además, hay que añadir también lo establecido en el Real Decreto 197/2009, de 23 de febrero. De hecho, este reglamento se encarga de desarrollar el Estatuto del Trabajo Autónomo en materia de contratos y registro de los autónomos dependientes.
¿Cuál es la diferencia entre un autónomo económicamente dependiente y un falso autónomo?
La principal diferencia entre un falso autónomo y un autónomo dependiente es que el falso autónomo es ilegal y el TRADE no.
Además de eso, el falso autónomo está obligado a cumplir con las condiciones de un trabajador por cuenta ajena al trabajar para una empresa. Esto es, personarse en oficina si es necesario, cumplir con un horario de trabajo, utilizar solo los medios proporcionados por el negocio, y todo esto, sin los beneficios de ser asalariado.
El autónomo económicamente dependiente, en cambio, sí tiene libertad para desarrollar su actividad con sus propios medios, no cuenta con horarios de trabajo y, aunque también firma un contrato que lo vincula a la empresa, puede disfrutar de días de descanso y otras ventajas inexistentes para el falso autónomo. Es precisamente por eso por lo que la ley cada vez persigue y castiga con más dureza a las empresas que usan a este tipo de autónomos.
Autónomo dependiente, sus características
- Como mínimo, el 75 % de sus ingresos derivan de un mismo cliente. Además de este cliente principal, puede tener otros, pero solo depende económicamente de aquel.
- No tiene a su nombre una sede abierta al público. Lo que incluye establecimientos, oficinas, despachos y locales comerciales o industriales.
- Obtiene una contraprestación económica (no un salario) en función de los resultados alcanzados (no de las horas trabajadas) y emite facturas por los ingresos percibidos.
- No puede tener socios ni empleados. La ley tampoco le permite subcontratar servicios. Sin embargo, se prevén ciertas excepciones de carácter temporal, por ejemplo embarazo y lactancia.
- Su dependencia es absolutamente a nivel económico. Esto quiere decir que no depende de su cliente a nivel organizativo y es el titular de sus infraestructuras y medios de trabajo.
- La actividad profesional es diferente de la que ejercen quienes trabajan como asalariados para el cliente principal.
Le compete en exclusiva la organización y gestión de su actividad, por lo que su cliente principal no puede interferir en tales actividades.
Como autónomo que es, recaen sobre él tanto los riesgos como la marcha de su negocio.
¿Cómo hacerse autónomo dependiente si ya eres autónomo?
Si ya eres autónomo y quieres convertirte en autónomo dependiente, bastará con percibir el 75% de los ingresos de un único cliente, ya sea una empresa u otro autónomo, con el que deberás firmar un contrato que os una. Además, no debe existir una sede abierta al público, ni tener socios o trabajadores.
¿Quién paga la seguridad social de un autónomo dependiente?
El trabajador autónomo económicamente dependiente (Trade) tiene que pagar y declarar sus impuestos (IRPF e IVA) en sus declaraciones trimestrales y anuales como cualquier otro autónomo.
Además, debe abonar mensualmente la cuota de autónomos a la Seguridad Social. En su caso, al ser obligatorio cotizar por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, cobertura que debe contratar con una mutua, la cuota de autónomos será un poquito mayor que la normal.
¿Qué debe de contener el contrato de un autónomo dependiente?
Te recordamos que para que un autónomo dependiente debe haber firmado un contrato con una empresa, y dicho contrato debe cumplir una serie de requisitos y cláusulas, que son las siguientes:
- Se identifican al cliente y el trabajador autónomo. Además, se hace constar que la parte contratante conoce que el trabajador es autónomo económicamente dependiente.
- En el contrato debe igualmente indicar cuál es la función del trabajador autónomo, qué debe realizar y las condiciones en las que va a realizar dicho trabajo.
- Los descansos anuales, fines de semana y festivos también se tienen que indicar en el contrato, además es importante establecer la jornada laboral máxima, que puede ponerse por semana o por mes o por año.
- Si se hacen horas extras, siempre será de forma voluntaria por parte del trabajador.
- En caso de que sea un contrato temporal se establece la fecha de fin de contrato; si no se indica nada, se entiende como que es un contrato de duración indeterminada.
¿Cuáles son los derechos de un autónomo dependiente?
La figura del autónomo económicamente dependiente es bastante particular, y eso le confiere una serie de derechos que hay que tener en cuenta, como
- Contrato mercantil que establece una relación laboral con una empresa, con ventajas y obligaciones.
- Acceso a prestaciones económicas por desempleo (paro).
- 18 días de vacaciones remuneradas al año.
- Posibilidad de escoger un representante que se encargue de la comunicación con la empresa con la que se firma el contrato.
- Indemnización económica en caso de que la empresa incumpla el contrato.
- Posibilidad de firmar diferentes tipos de acuerdos a nivel profesional para aspectos como la remuneración, uso de herramientas, colaboraciones, etc.
¿Cuáles son las obligaciones tributarias de los autónomos dependientes?
- Presentar la declaración anual del IRPF.
- Declarar el IVA con los modelos 303 (trimestral) y 390 (anual).
- Si está sujeto al régimen de estimación directa, vendrá obligado a presentar el modelo 130 (normal) o 131 (objetiva). Solo en el caso de que aplique retenciones a más del 70 % de sus facturas, estará exento de declararlas trimestralmente.
- Pagar mensualmente la cuota de autónomo dependiente a la Seguridad Social, pudiendo beneficiarse de la tarifa plana en las mismas condiciones que los autónomos independientes.
Conclusiones
La figura del autónomo dependiente (TRADE) en España representa una modalidad de trabajo que combina la autonomía profesional con ciertos derechos y protecciones laborales típicos de los empleados por cuenta ajena. Esta forma de trabajo ofrece flexibilidad y adaptabilidad tanto para los autónomos como para las empresas, aunque también plantea retos en términos de dependencia económica y protección legal. La clave para el éxito como autónomo dependiente radica en mantener un equilibrio adecuado entre autonomía y dependencia, así como en aprovechar las oportunidades que ofrece esta modalidad para desarrollar una carrera profesional sostenible y competitiva.